LE TENGO EL REMEDIO El guayabo ¿Cómo atenuarlo?

Por: CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ R., MD
Tomado de EL TIEMPO


Es una bella mañana, pero usted se derrite, le duele hasta el pelo, la voz de su señora suena como un motor impulsado por energía nuclear, tiene sentimientos de culpa por los niños de Bangladesh, a su billetera quiere adoptarla Bienestar Familiar y tiene ganas de irse por el sifón: usted está enguayabado.

Preocúpese. Esto no tiene cura. Pero si conserva algo de aliento, siga estos consejos:

Tome jugos de frutas. Las frutas contienen fructosa, un azúcar que ayuda al cuerpo a eliminar el alcohol con rapidez. Prefiera la naranja, la mandarina o el tomate en buenas cantidades. Claro, si tiene quién se los prepare y aún le hablan en la casa.

Endulce con miel. Es fuente concentrada de fructosa. Una cucharadita cada cuatro horas mientras se esconde del mundo, le caerá de maravilla. La de las mascarillas de ella puede servir. Total, el regaño no será peor.

Encaríñese con los caldos. Sin grasa. Los cubos de concentrado son buenos o prepárese un consomé. Ellos reponen el sodio y el potasio que perdió durante la juma. No olvide ponerles sal. Bueno, si su capacidad de orientación le permite llegar a la cocina.

Reabastézcase de agua. El alcohol causa deshidratación. Primero porque, mezclado con agua, se elimina por la respiración, y segundo porque el traguito inhibe la hormona antidiurética. En otras palabras: el borrachito acude más veces al baño. Antes de acostarse tómese toda el agua que pueda. Al día siguiente se sentirá mejor. Ojo, es agua no cerveza.

Reponga el complejo B. Los tragos eliminan del cuerpo este grupo de vitaminas. Su déficit es responsable de la sensación de tensión y cansancio en el guayabo. Esta es mayor si usted es 'guayaboeterno'. Aunque estará invadido por otros complejos, una tableta diaria puede ser útil. Si los síntomas persisten consulte con su médico.

Consuma aminoácidos. Usted no sabe qué es eso. Menos en ese estado. Pues bien, son los elementos que forman las proteínas. También se agotan con la 'jinchera' y hay que reponerlos. No necesitan fórmula médica. Están en la carne, los huevos y el pescado. No en el chicharrón, las papas o la morcilla. Una buena porción de carne sin grasa está bien. Lo del ají con aguacate es un embeleco que le empeorará el aliento.

Tintico, por favor. El alcohol dilata los vasos sanguíneos. Esa es la causa del dolor de cabeza tan macho. El café es vasoconstrictor, es decir los cierra y ayuda a que el cerebro no se sienta como una pomarrosa. Una taza es suficiente. Con dos el nerviosismo lo puede inducir a tirarse por la ventana.

Alivie el dolor. Aunque esta columna no recomienda medicamentos, su lamentable situación merece una excepción. Una tableta de aspirina o de ibuprofeno, si no sufre de gastritis, o de acetaminofén es suficiente. Recuerde: una sola.

Duerma, descanse. No haga promesas. Mañana se reconciliará con los suyos y se arrepentirá cuando le cuenten las embarradas de la laguna. Procure no excederse la próxima vez y consuélese. El guayabo es pasajero, las reformas tributarias son para toda la vida.

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