Después de su atrevida proclama
de independencia absoluta, los mompoxinos lanzaron al aire las
campanas de sus 7 iglesias para dar testimonio de alegría por
los acontecimientos suscitados.
Era el primer
movimiento separatista del poder de España en nuestro país,
las calles se inundaron de personas de todas las condiciones y
edades que se mofaban de la realeza disfrazados de Coyongos,
aves zancudas que se veían en gran número cuando aminoraba la
creciente del río.
Así mismo se afirma que fueron las
familias Sosa Noguera y Beleño Torres quienes retomaron la
tradición, en los términos que hoy se conoce la danza, un
siglo después, por allá en 1910.
Los Coyongos es una
danza bastante representativa en los carnavales de
Barranquilla, su coreografía imita el movimiento de esas
garzas, habitantes de las orillas de nuestros ríos, que se
distinguen por tener un largo pico, el cual hacen sonar con un
repiqueteo muy particular tras la captura del pez cuando se
alimentan, los disfraces se elaboran con armazones voluminosos
de madera y tela, imitando las formas de las aves, empleando
para ello colores relucientes.
La estructura de la
danza es sencilla, primero sale un pez, que en el aire imita
los movimientos de traslación, mientras en el fondo el
repiquetear de un tambor, hace compañía a un acordeón, un par
de maracas y mucha bulla en medio de una gran variedad de
voces, después hacen su aparición los Coyongos que, luego de
su contoneo sueltan un verso, el pez también suelta el suyo,
en tanto se abre paso el furtivo cazador en un par de vueltas
de danza que culmina poniéndose en disposición de disparar la
escopeta para cuando la presa esté cerca.
Los
Coyongos, bajan las alas y suben el pescuezo para desplazarse
con algarabía persiguiendo el pez, y cuando están a punto de
su captura suena un primer disparo, luego otro, y otro, los
coyongos, uno a uno caen en un pozo de sangre, y el cazador
danzando se aleja para terminar el ciclo.
Los
personajes representados son: el Coyongo rey, conocido también
como Guruyón, encargado de dirigir la pantomima; un pez de
gran tamaño, el cazador; y los coyongos a los que se suman
patos, gallitos de ciénaga, goleros y garzas blancas.
En la comparsa se realizan figuras imitativas de las
posturas acostumbradas por las aves, unas veces marchando en
filas, otras situándose en grupos, cruzándose y
entrecruzándose, agitando las alas en una combinación
incesante de movimientos. Mientras tanto cada bailarín, de
acuerdo con los tambores, va haciendo coplas que
recitan.