EL MITO GALAPERO
Primer Imaginario Fundacional de la Ciudad.
Un aporte para la refundación de Barranquilla.


Por J. MOISÉS PINEDA SALAZAR.*


Desde una perspectiva del trámite de los conflictos y utilizando como método
el análisis de los sistemas de tensiones, el Mito Fundacional Galapero fue un
material simbólico que satisfizo a la sociedad barranquillera, desde finales del
Siglo XIX y hasta bien entrado el XX, por cuanto que expresaba una realidad
tecnológica que hacía viable una actividad industrial íntimamente ligada con la
laboriosidad pecuaria que, al tiempo que articulaba a la ciudad- urbana con la
provincia- rural, la proveía de la autonomía necesaria para romper,desde otra
historia,con los lazos de todo tipo que tradicionalmente la ataban a Cartagena.

 

INDICE

   • la escasez de agua potable y el río
   • las vacas y la industria Barranquillera
   • las tensiones entre ruralidad y       urbanización
   • las tensiones diferenciadoras con la       “ciudad madre” - Cartagena -
   • Los mensajes cifrados




PIE DEPAGINAS

1 En su obra, “Geografía histórica, estadística y local de la Provincia de Cartagena, República de la Nueva Granada descrita por cantones”, publicada en 1839, el General Baranoero Juan José Nieto da cuenta de una fecha para la fundación de Barranquilla en 1629, “sin hacer ningún tipo de comentarios al respecto y sin mencionar ningún soporte documental a su afirmación”.

2 GOENAGA Miguel. “Lecturas Locales”. Imprenta Departamental. Barranquilla 1953- “Los verdaderos historiadores. La ilustre personalidad de don Domingo Malabeth”- Pág.339

3 VERGARA, José Ramón y BAENA, Fernando. “Barranquilla: su pasado y su presente.” Taller Tipográfico del Banco Dugand, Barranquilla 1922

4 Opinión atribuida por el autor a Alfredo De la Espriella, director del Museo Romántico de Barranquilla.

5 FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Gonzalo. Historia general y natural de las indias, islas y tierrafirme del mar océano. Asunción Paraguay, Guaranía,1944.” De allí se partió el gobernador al mismo día, é llegó a dormir en la costa del río Grande: no halló allí pueblo sino un varadero de canoas, y estaban allí unos indios mercaderes de la Gobernación de Sancta Marta, que tenían dos canoas llenas de Camarones secos que traían por mercadería, é yban á aquel río Grande a tractar con aquella mercadería, é con sal é otras cosas”

6 VEGA LUGO Alexander. “Los orígenes de Barranquilla” En “Historia de Barranquilla”. Ediciones Uninorte. Barranquilla 2000. “El ganado que quedó en Camacho continuó pasando los veranos e inviernos en sus alrededores y poco a poco fue descendiendo a los playones donde prosperaban rápidamente; y debido a esto comenzaron a construirse algunas chozas en el lugar llamado hoy La Playa, en ambos lados del Arroyo Grande que en aquellos tiempos vertía sus aguas por tal punto” Pág. 100

7 BLANCO BARROS José Agustín.” Atlántico y Barranquilla en la época colonial”- Dos haciendas en la Provincia de Cartagena.- Ediciones Gobernación del Atlántico. Editorial Presencia Ltda.. Bogotá 1994. “Mucho antes de que Nicolás de Barros estableciera sus actividades agropecuarias cerca de las bocas del río Magdalena, su abuelo Joseph de Barros I y su bisabuelo Pedro de Barros I habían tenido hatos de vacunos y porqueras en la misma parte. También los había tenido mucho más antes Juan de Escalante, el primer encomendero de Galapa. El único que no figura en la colonización y explotación del sector es Pedro de Barros y De la Guerra II, padre de Nicolás porque desde muy joven, como ya se anotó, él emigró a Coro en Venezuela” Pág. 150. Anotamos que tales referencias geográficas: “ en la misma parte” , según se deduce del mismo texto, en el Atlántico son: Galapa, Saco y el desparecido pueblo de Malamboviejo ( que no es lo mismo que Malambo). Nota del autor. “Mucho más antes ( 1559- 1560) trabajaron indios del pueblo de Camacho a quienes el encomendero obligó a servirle aunque no eran de su encomienda.” Se refiere Blanco Barros al incidente entre Pedro de Barros I y Ana Ximenez, viuda del encomendero de Camacho Domingo de Santa Cruz. “En el pueblo de Camacho seran quinze indios con su cacique, los cuales tenían su pueblo junto a la mar a las bocas del rio grande e los a recogido Pedro de Barros,Alcalde de Hordinario que es en este año y el se sirbe dellos contra mi voluntad y como soy muger y el persona poderosa estoy desposeída dellos (....)

8 Posiblemente esta hacienda se estableció al lado del caño de La Tablaza. La extensión de tierras adjudicadas por el Cabildo Cartagenero a Don Nicolás de Barros y De la Guerra, en una extensión de seis caballerías (413 hectáreas) que luego fue ampliada en cuatro caballerías adicionales.

9 BOBADILLA, Emilio. “A fuego lento” (Relato novelado de 1898) . Ediciones Gobernación del Atlántico. Barranquilla. 1994. “Llovía como llueve en los trópicos: torrencial y frenéticamente, con mucho trueno y con mucho rayo (...) El agua barría las calles que eran de arena. Para pasar de una acera a otra se tendían tablones, a guisa de puentes, o se tiraban piedras de trecho en trecho, por donde saltaban los transeúntes, no sin empaparse hasta las rodillas, riendo los unos, malhumorados los otros (...) El río, color de pus, rodaba impetuoso hacia el mar, con una capa flotante de hojas y ramas secas. (...) en la cerca del patio y sobre uno de los arbolillos abrían ampliamente sus alas de betún, repugnantes gallinazos de corvos picos, redondas pupilas y cabezas grises y arrugadas que recordaban a su modo a las de los eunucos de un bajo relieve asirio.

10 GOENAGA, Miguel. “ Lecturas Locales- Crónicas de la vieja Barranquilla. Impresiones y recuerdos.” Imprenta Departamental. Barranquilla. 1953. “ Tuvimos una vaga visión de los receptores pluviales, porque se pensó en convertir la carrera de La Paz en un viaducto construyéndole una plataforma para caminar y que el arroyo caudaloso corriera por debajo. El notable ingeniero doctor Lux, que era el del Municipio no veía mal estos proyectos, pero terminó el período nuestro el 31 de Octubre de 1927. El concejo anterior (1923 a 1925) hizo la obra importantísima del empréstito, pero al siguiente le tocó emplearlo, pues nos estrenamos al Señor Hollopeter; y el puede decir si no tuvo en el Concejo un apoyo decidido para la construcción del acueducto que era la obra principal.”

11 Diario del Comercio Empréstito con la Banca Americana- Julio 16 de 1932.

12 FUENMAYOR. Luis Ricardo- “El empréstito municipal”- Notas Editoriales de la Revista “Mejoras”- Tipografía Escofet. Barranquilla. Diciembre de 1938. CARBONELL GONZALEZ Francisco- “Concepto sobre nuevo empréstito”- Revista Mejoras- Tipografía Escofet. Barranquilla. Diciembre de 1938. DUGAND Víctor- Concepto sobre nuevo empréstito municipal” Revista Mejoras- Tipografía Escofet. Barranquilla. Diciembre de 1938. REYES Porfirio- “La reforma Administrativa” Diario del Comercio Julio 24 de 1931. BAENA Francisco- “División Territorial” Diario del Comercio Julio 22 de 1931. “La Prensa” Noviembre 16 de 1931.

13 SOLANO DE AGUAS, Sergio Paolo y CONDE CALDERON Jorge Enrique. “Elite empresarial y desarrollo industrial en Barranquilla 1875- 1930”- Ediciones Uniatlántico- Barranquilla, 1993. Pág. 17. También ver descripciones y datos en las Págs. 45 a 51 y 109. Op.cit.

14 GONZALEZ CHAMORRO, Ever- En Historia de Barranquilla- “Barranquilla 1920-1930: la expansión urbana. Ediciones Uninorte. Barranquilla.2000. Pág. 183 a 215.

15 VOSS OBESO, Rafaela. Op.cit. “Por el mal estado e higiene precaria de las calles, en 1919, se propuso la conveniencia de realizar un estudio para hacer un Plan de Desarrollo, puesto que la nivelación de las calles se presentaba como prioritario, ya que se construía “sin tener en cuanta los niveles que quedarán cuando la ciudad se pavimente”. Se pretendía que, con dicho estudio, se señalara el rumbo del crecimiento de la ciudad, que hasta ahora lo va haciendo de manera inconsulta”. Págs.10 y 11

16 GONZALEZ CHAMORRO Ever. “Barranquilla 1920- 1930: Expansión Urbana- “ El Presidente de la República, don Marco Fidel Suárez, manifestaba que “Barranquilla era el pórtico de la República y como tal, debía estar equipada de las más mínimas infraestructuras que garantizaran su desarrollo”.” ( Marzo 22 de 1921). En “Historia de Barranquilla”- Ediciones Uninorte. Barranquilla 2000. Págs. 183 a 220.

17 NICHOLS. T. E. Op.cit. Págs. 261 a 269.

18 A pesar de ser Cienaguero de nacimiento, el principal agente promotor de este Cartagenerismo era el Padre Pedro María Benito Revollo. Nombres de sitios, lugares y asentamientos tradicionales como Menchiquejo y Henequen; nuevos nombres como Calancala, Cartagena, 11 de Noviembre son reminiscencias de esas relaciones de Barranquilla con Mompox y la Gobernación de Santa Marta cuyos migrantes al llegar a la Ciudad la marcaban, nombrándola con los viejos lugares de la Matria ausente y así se apropiaban de una parte de la Urbe a la que imaginariamente convertían en extensión del territorio de procedencia.

19 REVISTA MEJORAS. Edición de Junio de 1938.

20 Fueron muchos los proyectos que en este período de discusiones intonsas se fueron al traste. “somos la ciudad de los entusiasmos en eclosión y correlativamente, la de los desánimos intempestivos. Barranquilla es la ciudad “ojalatera”, ojalá abran las Bocas de Ceniza, ojalá y por siempre ojalá”. Diario El Comercio, Barranquilla, Abril 3 de 1925.

21 BAUTISTA Luis M- “Es un Edificio en avería colmado de grietas y encrucijadas” Diario del Comercio”. Edición del 1° de Agosto de 1931

22CAIFFA Humberto- Introducción al Plan de Desarrollo del Distrito de Barranquilla. 2001-2003- Gaceta Distrital N° 182- Junio 5 del 2001.

23 Proyectos arquitectónicos de diversa calidad y usos: privados los unos y públicos los otros, como el Coliseo Cubierto Humberto Perea, la Corporación Universitaria de la Costa y la sede de la Sociedad de Ingenieros, la Piscina Olímpica, las sedes del Cuerpo de Bomberos, de la Segunda Brigada y la del Instituto Técnico Nacional de Comercio, dos Escuelas Primarias Oficiales, la Empresa Distrital de Teléfonos, el Centro de Cultura Física, las sedes de la Alianza Colombo Francesa y de la Sociedad de Mejoras Públicas- construidas sobre la que fue la Escuela Pública “Cartagena de Indias”- y el Teatro Municipal Amira de la Rosa, se tragaron este sueño de amoblamiento urbano que movía la dinámica urbanística de la Barranquilla de los años treintas y que se equilibraba en tres elementos simbólicos asociados con la efemérides de Cartagena: el nombre del parque: “Once de Noviembre”, la Escuela “Cartagena de Indias”, que estuvo ubicada en el cruce de la Carrera 54 y la Calle Bellavista, calle 52, y el Monumento a la Bandera. Todo el conjunto se articulaba con los Caños del Río Magdalena a través de la Carrera Santana, carrera 60.

24 BENITO REVOLLO, Pedro María. “La Bandera de Cartagena. Conferencia del Presbitero Pedro María Revollo, Presidente de la Academia de Historia de Barranquilla, en la velada del 11 de Noviembre de 1938. Imprenta Departamental de Bolívar. Cartagena. 1938.

25 Don Nicolás de Barros y De la Guerra, fundador de la hacienda de San Nicolás, era hijo de Don Pedro de Barros y De la Guerra con Doña María Arias Cabeza de Vaca.



Algún cronista barranquillero, defiende la validez del mito según el cual sobre la base de una afirmación del General Juan José Nieto,1 Domingo Malabeth,2 en un trabajo recopilado bajo el título de “Resumen histórico de los terrenos del distrito de Barranquilla” publicado en 1878 por el Diario “El Promotor”, le sirve de fundamento para que en la obra de José Ramón Vergara y Fernando Baena,3 publicada en el año de 1922, se popularice la versión de que Barranquilla fue fundada en 1629 por unos ganaderos provenientes de Galapa que, en medio de la sequía, habían llegado siguiendo sus reses sedientas. La defensa la hace con el argumento de que los elementos que le dan cohesión a las comunidades urbanas, tienen que ser sencillos y elementales: “Si los Romanos tienen como aceptable y promueven el mito de su fundación por los hermanos Rómulo y Remo, amamantados por una loba, por qué no aceptar que a Barranquilla la fundaron unas vacas?”4

Como lo había hecho casi tres siglos atrás el cronista Fernández de Oviedo,5 también Nieto describe a Barranquilla como un lugar de Comercio: “Siendo puramente comercial, ella es donde se establecen todos los grandes negociantes que se dedican al tráfico en aquellos pueblos, como que es el punto donde se compra y da salida a todos los frutos de los tres cantones”6

La evidencia de los censos que muestran la no existencia de este tipo de actividad pecuaria en la zona de las Sabanas de Camacho para la fecha en que se data esta supuesta fundación, y la inexistencia de un amoblamiento que se corresponda con las condiciones propias de la actividad ganadera, han servido como elemento para demostrar el carácter mítico de un acto fundacional7 junto a la mar a las bocas del río grande” según el relato, que es el territorio correspondiente a la encomienda de Camacho ubicada entre la desembocadura del Río y hacia el poblado de La Playa- al Noroccidente-, distante del lugar donde posteriormente se ubicó la Hacienda de “San Nicolás”.8

Como toda creación mítica, la de las “vacas y campesinos galaperos”, supone la articulación de elementos que contienen unos significados diferentes a los aparentemente visibles y que resultan apropiados para expresar una idea común, compartida, aceptada, aceptable. (campesinos- vacas- sequía- sed- etc..)

A falta de una documentación que lo pruebe, vamos a ensayar una hipótesis fundamentada en las ciencias del comportamiento que explican los procesos de elaboración del material simbólico.

Seguramente que nos podrá servir, así sea provisionalmente, como un conjunto de indicadores que nos expliquen cómo una sociedad urbana en tránsito hacia la modernidad, hizo suyo un mito fundacional, elemental y rural de una gran fuerza en el pensamiento colectivo.

Ensayemos una interpretación acerca de los elementos del mito en la perspectiva de las tensiones y los conflictos evidentes en la vida urbana de Barranquilla entre 1839 y 1922:

   • la escasez de agua potable y el río
   • las vacas y la industria Barranquillera
   • las tensiones entre ruralidad y urbanización
   • las tensiones diferenciadoras con la “ciudad madre”,Cartagena
   • Los mensajes cifrados

 1- La escasez de agua potable y el río

Durante toda su historia la escasez de agua apta para el consumo humano contrapuesta a la existencia próxima de un río y la abundancia de la lluvia, es una constante en la discusión acerca de la calidad de la vida urbana en Barranquilla.9

Puede decirse entonces que el material mítico disponible en el “Mito Galapero” reafirmaba, en negativo, la utopía urbana de superar la escasez y domeñar el comportamiento del agua.10 Para 1922, fecha en la que se registra documentalmente la popularización del mito, la ciudad asumía un empréstito de siete millones de dólares con los que despegaría el esfuerzo orientado a modernizar el amoblamiento urbano, modernizando el acueducto que luego sería municipalizado el 6 de Diciembre de 1924 El 16 y el 17 de Julio de 1931 el Concejal Benjamín Sarta le explica a la ciudadanía los alcances del empréstito de la ciudad con la Banca Americana cuyas negociaciones estaban siendo atendidas por el Dr. Nicolás Llinás Vega y Mr. Samuel Hollopeter con lo que se abre uno de los debate más complejos, extensos y profundos sobre el tema de las finanzas municipales11 y que se extendería hasta más allá de 1938.12

 2- Las vacas y la industria Barranquillera

“A propósito de la ganadería, su importancia comenzó a perfilarse desde mediados del siglo XIX con la introducción de los pastos artificiales, la utilización del alambre de púas, el creciente consumo de sal y la implantación en pequeña escala de nuevas razas. A lo anterior se le sumó las perspectivas abiertas por el mercado antillano con la guerra de los Diez Años en Cuba (1868-1878). Todos esos elementos confluyeron en la expansión ganadera que animaría gran parte del comercio exterior del país con ventas externas de cuero y dos bonanzas de exportación de ganado en pie durante el último cuarto del siglo XIX.

Muchos negociantes barranquilleros dirigieron considerables inversiones al renglón agropecuario. La importancia alcanzada por dicha actividad en los negocios aparece ilustrada en una publicación de 1892 cuando contabiliza 16 individuos dedicados a ella. Esa lista contrastada con otra de 1910 muestra cómo el número de personas se ha elevado a 28 y quiénes se mantenían en el negocio: Correa & Heilbron, José F Insignares, Juan B Roncallo, Manuel M Márquez,Joaquín M Lazcano, Miguel Segrera, Evaristo Obregón, Jenaro Salazar, Juan J Ujueta,José M Rendón y Manuel Manotas.

Paralelamente se fundaron establecimientos semifabriles donde se transformaban materias primas provenientes del sector agropecuario dando origen a las tradicionales talabarterías, curtiembres, zapaterías, fábricas de velas, y jabones pioneras de la industria local. En tal sentido las actividades industriales nacieron subordinadas a las actividades ganaderas, eran subsidiarias de estas, imprimiéndole a la industria barranquillera un carácter sui generis” En suma, las relaciones existentes entre la Economía y la Sociedad Barranquillera, dedicada al comercio, la banca y la industria, con las actividades agropecuarias que se desarrollaban en la ribera oriental del Magdalena en Sitionuevo, Pedraza, Salamina, El Banco, Mompox y Honda y la Provincia de Sabanalarga, eran tales que el desarrollo de la industria barranquillera fue subsidiario y subordinado a la actividad ganadera y beneficiaria de dos bonanzas de exportación hacia las Islas del Caribe que se extendieron hasta 1905. Para 1923 el Departamento del Atlántico contaba con 165.000 reses vacunas y 170.000 para 1934. Mucho le debía la ciudad a las vacas.13

 3- Las tensiones entre ruralidad y urbanización

Para 1922, Barranquilla empezaba a consolidar un proceso de transformación en las formas de percibir el espacio urbano originadas por la incapacidad de la vieja ciudad para responder a las nuevas realidades tecnológicas que se fueron, literalmente, abalanzando sobre ella sin darle tiempo ni respiro para prepararse, mucho menos para adecuarse: el ferrocarril, el tranvía a vapor, el tranvía de mulas, el automóvil, el avión, la telefonía, la electricidad, el alumbrado público, la conducción del agua potable hasta los usuarios domésticos, comerciales e industriales etc.14 Todos estos adelantos tecnológicos competían por el espacio urbano disponible y daban a la ciudad ese aspecto desordenado y azaroso propio de las urbes que crecen de manera implanificada.15

Las elites locales se dieron a la tarea de repensar la ciudad rompiendo y estableciendo soluciones de continuidad entre la ciudad provinciana y la ciudad moderna. El metarelato reconocía dos percepciones o imaginarios colectivos: el azar en el formación transformación de la ciudad y el mantenimiento de un continuo mítico con lo provinciano como concesión ante lo inevitable de la ruptura entre lo rural y lo urbano.

El Barrio El Prado se constituye en el paradigma de la ciudad moderna: ecléctica, historicista, innovadora, ambientalmente sostenible en la que los conceptos de paisaje y clima eran considerados desde el momento mismo de la planeación, en la cual se consideraban muchos elementos restrictivos para garantizar al residente la mejor calidad de vida. Nichols, en su obra “Tres Puertos de Colombia”, al abordar el análisis de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena en el Siglo XX, al aproximarse al caso de Barranquilla, su mirada nos permite descubrir una dinámica particular que nos singulariza. En aquellas la fuerza dinamizadora la constituían los negocios principales que movían la actividad Portuaria, desde los negocios hacia lo urbano; pero, en nuestra ciudad el fenómeno fue inverso, desde lo urbano hacia los negocios. La contribución de El Prado a la modernidad no se redujo a los aspectos urbanos de un proyecto en la ciudad como suele ocurrir con las tradicionales urbanizaciones de alcance limitado. Fue un proyecto de una Nueva Ciudad que tuvo la capacidad de inducir desde lo local y lo nacional16 un proceso de inversión pública y privada- sobre todo créditos- para financiar la construcción de vías públicas, acueducto, alcantarillado, telefonía, electrificación,el desarrollo de nuevos marcos jurídicos que orientaron la construcción de nuevas urbanizaciones siguiendo los parámetros básicos de planeamiento urbano impuestos por El Prado (Boston,Delicias, Bellavista), construcción de infraestructura portuaria.17 Esta particularidad es consistente con nuestra apreciación de que las elites Barranquilleras se defendieron en la crisis de los 30´s apropiándose de los recursos públicos y de empréstitos destinados a la inversión en amoblamiento e infraestructura como una forma de recuperar los que perdían por cuenta de la depresión global y las medidas proteccionistas nacionales.

“El Mito Galapero”, proporcionaba a la Urbe un elemento que exorcizaba los demonios de la culpa, lavaba el pecado y proporcionaba el pagamento necesario por la traición a lo vernáculo y raizal a cambio de lo moderno y urbano.

 4- Las tensiones diferenciadoras con la “ciudad madre”,Cartagena

Para la época, un cuarto conflicto en el espacio urbano barranquillero tenía que ver con las viejas rencillas de las guerras de independencia entre Cartagena y Santa Marta y, alternativamente entre estas y Barranquilla, objeto de sus intrigas orientadas a disputarse la supremacía portuaria.

Para las calendas de 1922, la ciudad vivía el frenesí, la histeria colectiva de ser Puerto marítimo y Fluvial, habilitando las Bocas de Ceniza con lo cual se consolidaba su preeminencia de Barranquilla sobre las ciudades del Caribe Colombiano.

La ciudad percibía como necesario diferenciarse en su origen de aquellas, como respuesta a las fuerzas tradicionalistas de la ciudad que pugnaban por mantener, no solo los vínculos históricos, sociales y culturales con la ciudad de Cartagena,18 sino los políticos y administrativos que la misma historia se había encargado de romper. La presencia y la influencia de las fuerzas “cartageneristas” era tal que el gran proyecto urbanístico de carácter publico de la ciudad llegó a ser el Parque 11 de Noviembre, como concreción de toda la imaginería y parafernalia: desfiles, banderas, actos religiosos, sesiones académicas, que relievaban en grado sumo las relaciones históricas de la ciudad de Barranquilla con el Estado Soberano de Bolívar o con el Estado de Cartagena.19

Los desarrollos de la ciudad moderna, probarían la fragilidad de este imaginario hasta hacerlo desaparecer, en muy corto tiempo, de la tradición festiva y ceremonial, del discurso, de la memoria y de la mirada de los barranquilleros. La relación que existe entre la fuerza de un imaginario urbano y la sostenibilidad de proyectos de ciudad, se hace visible en el proceso del “Parque Once de Noviembre”que fue un macroproyecto de amoblamiento que careció de fuerza en la conciencia citadina de tal manera que no tuvo la posibilidad de resistir las decisiones políticas soportadas, para empeorar la situación, en unos procesos de planeación iconoclasta, cortoplacista, altamente politizada y depredadora,20 que hasta más allá de mediados del Siglo XX estuvieron fundamentados en una legislación “anticuada, improcedente y contradictoria”21 que nos ha caracterizado y del cual estamos haciendo ingentes esfuerzos para salir de él.22 Fue una concesión transaccional; desde el principio estuvo condenada a fracasar y es a partir de reconocer esa ilusión, hoy frustración, urbana como podemos entender el lenguaje de un hermoso y también “invisible”monumento: El Monumento a la Bandera.23

El contenido simbólico del “Mito Fundacional Galapero” contribuía a suprimir estas relaciones entre Barranquilla y Cartagena desvirtuando o relegando al olvido cualquier relación con la “ciudad madre”, muy a pesar del esfuerzo que los “cartageneristas” hacían para lograr el efecto contrario”.24

 5-Los mensajes cifrados

Pero, además, no falta quienes ven en las tales “Vacas Galaperas” un mensaje cifrado según el cual ellas, las vacas, no se refieren a semovientes, sino al linaje de Alonso Arias Baca, padre de Doña Maria Arias Cabeza de Vaca esposa de Pedro de Barros y de la Guerra II, padre de Don Nicolás de Barros y Angulo De la Guerra, cuarto encomendero del pueblo de Indios de Galapa, fundador y Señor de la Hacienda de “San Nicolás”luego del fin de la era de las encomiendas en 1620 .

Que los descendientes de los Cabeza de Vaca se vinieron para Barranquilla a fundar la Hacienda de San Nicolás entre 1627 y 1637, es una verdad histórica.25

Sin embargo, al tiempo que se popularizaba, la utilidad del “Mito Fundacional Galapero” era superada prontamente por la realidad urbana de la ciudad y desde los inicios de los años 20´s, los Barranquilleros se dieron a la tarea de construir los elementos necesarios para refundar a Barranquilla. Este acto de refundación se protocoliza en Diciembre de 1931.

* J. MOISÉS PINEDA SALAZAR- Relacionista Industrial. Experto en temas educativos con énfasis en formación profesional y educación para el trabajo. Especialista en tratamiento de conflictos y aplicación del Derecho Internacional Humanitario y en asuntos relativos a la Sociedad y la Cultura en el Caribe. El artículo es parte de un trabajo mayor: “Escenarios Simbólicos en el trámite de Conflictos”- El Caso de Barranquilla- , presentado como Trabajo de Grado en la Universidad Simón Bolívar. Entre otros, ha ocupado los cargos de: Instructor de Ética Profesional, Instructor Formador de Instructores, Superintendente en el SENA. Secretario de Educación Departamental del Atlántico, Secretario Municipal de Educación en Malambo, Asesor de la Asamblea del Atlántico; Asesor, Consultor y Secretario del Despacho del Gobernador del Atlántico en asuntos de Paz y Convivencia Ciudadana. Periodista y Catedrático Universitario. Actualmente, Consultor en Derechos Humanos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional- USAID.